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¿Qué son las plantas carnívoras?

  • Foto del escritor: El Jardin de Dubois
    El Jardin de Dubois
  • 27 may
  • 12 Min. de lectura

Índice 1. Introducción


La clásica Dionaea muscipula o Venus Atrapamoscas
La clásica Dionaea muscipula o Venus Atrapamoscas

De seguro conoces a las famosas Venus Atrapamoscas, o has visto en el cine o tv alguna planta gigante comiendo humanos, o quizás te han atacado las plantas Piraña en los juegos de Mario!. Probablemente las imaginas habitando un denso bosque tropical; o en un tenebroso y oscuro pantano, acechando en las sombras a la espera de su próxima victima. Pero, ¿alguna vez te has preguntado realmente qué es una planta carnívora? ¿o de donde provienen? ¿cuántas especies son?¿o si de verdad es posible que una planta pueda moverse, atrapar y comer a un insecto?. Pues te invito a seguir leyendo y averiguar los misterios que nos depara este fascinante y exótico mundo de las plantas carnívoras.


Solemos asumir que la respuesta a la pregunta inicial es obvia; son plantas que comen... algo. Pero como muchas cosas en este mundo, no todo es tan simple como parece; y una buena respuesta requerirá indagar un poco más en la verdadera naturaleza de estas plantas.

Un poco de historia...

Nepenthes distillatoria, 1696, Leonard Plukenet
Nepenthes distillatoria, 1696, Leonard Plukenet

Aunque son plantas que se conocen desde hace varios siglos, los estudios científicos sobre ellas son relativamente recientes. Las Pinguicula europeas con sus pegajosas y brillantes hojas eran conocidas desde hace al menos mil años; pero a pesar de verles con insectos sobre sus hojas, nada se sospechaba de su carácter carnívoro cuando se usaban para cuajar la leche o para tratar verrugas. Las Drosera y sus curiosas "gotas de rocío" ya maravillaban a los naturalistas europeos por allá por el siglo XII. Y más recientemente, el auge de la exploración naval europea de los siglos XVII y XVIII llevó a muchos naturalistas a conocer y descubrir plantas de todo el mundo; apareciendo los primeros registros científicos de Nepenthes en la isla de Madagascar (mediados s. XVII), y Sarracenia en las colonias americanas (año 1754), llamando siempre la atención la presencia de insectos muertos alrededor o dentro de las plantas, pero aún sin inferir sobre el posible factor "carnívoro".

Pero no fue si no hasta el descubrimiento y las primeras descripciones de Dionaea muscipula ("Venus atrapamoscas", 1760-1770) que empezó a rondar la idea de que estas plantas pudiesen obtener algún alimento de los insectos de atrapaban, y que hayan adaptado sus hojas para tal fin. Esto es principalmente gracias a los aportes de John Ellis quien describe -en cartas a Carl Linnaeus (1770)- el rápido movimiento que realizan las Venus para atrapar insectos, sugiriendo que lo hacían "intencionalmente", para obtener alimento de ellos. ¿Te imaginas lo increíblemente revolucionario de todo esto? Era la primera vez en que se pensaba una inocente planta como una activa "cazadora", ¡con todo y presa!; algo que atentaba contra todo el orden natural y religioso de aquella época, casi como volver a los descubrimientos de Copernico y Galileo. ¡Qué locos y maravillosos tiempos aquellos!.


Lamentablemente -como toda loca idea revolucionaria- tuvo poca repercusión inmediata y poco apoyo científico; pero la chispa ya se había encendido y poco a poco se instalaba esta idea de plantas que comen animales y que se adaptaron para atraparlos. Es así que casi un siglo después aparece el ya famoso Charles Darwin, quien fue el primero en estudiar exhaustivamente y probar científicamente la existencia de las plantas insectívoras; interesándose principalmente en las Drosera, de las que llegó a decir que "le importaban más que el origen de las especies de todo el mundo". También estudió a las ya famosas Venus atrapamoscas (Dionaea), Aldrovanda, Byblis, Gensilea, Pinguicula, Nepenthes, Roridula y Utricularia -de Darlingtonia y Sarracenia (y Nepenthes nuevamente) se ocuparía un colega suyo, Joseph Hooker. Luego de unos largos 15 años de experimentos y observaciones nace el libro "Insectivorous Plants" en 1875. Y con esto ya se abren definitivamente las puertas al mundo de las plantas carnívoras. Pronto le siguieron numerosos estudios sobre las distintas plantas carnívoras; se empezaron a ver más en las colecciones privadas de horticulturistas de la época y de la alta sociedad; y lentamente se fueron asentando con el público general como plantas ornamentales y exóticas.

Dibujo de Drosera rotundifolia. © C. Darwin
Dibujo de Drosera rotundifolia. © C. Darwin

Charles Darwin
Charles Darwin














Definición moderna:

La definición moderna de plantas carnívoras ha cambiado un poco desde los tiempos de Darwin. En primer lugar, ya no se les considera como exclusivamente "insectívoras", ya que en general no son muy exigentes en cuanto al tipo de organismo que caiga en sus trampas, siendo capaces de capturar una amplia variedad de presas. Pasando por los clásicos insectos, también pueden alimentarse de artrópodos, arácnidos, diversos microorganismos, incluso pequeños anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Así que claramente no son sólo insectívoras.


Ahora queda la gran pregunta... ¿Qué demonios es una planta carnívora? De acuerdo a la Asociación Internacional de Plantas Carnívoras (ICPS), para que una planta sea considerada carnívora debe cumplir con 3 requisitos:

1. Tener alguna adaptación que le permita capturar y matar a su presa. (Hojas modificadas u otra parte adaptada para tal fin) 2. Tener un mecanismo que facilite la digestión de dicha presa. (Esto puede ser mediante enzimas producidas por la planta; o por la acción de bacterias u otro organismo)

3. Obtener un beneficio significativo de los nutrientes que asimilaron de la presa. (La mayoría puede vivir sin consumir presas, pero al hacerlo crecen y se reproducen mejor).


Drosera capensis cazando
Drosera capensis cazando

En términos simples, son plantas que tienen alguna adaptación que les permite capturar presas, matarlas y obtener nutrientes de ellas mediante algún tipo de digestión, lo que les da beneficios notorios en el desarrollo de la planta. Esto significa que no todas las plantas que atrapan o matan insectos son carnívoras; si no cumplen con todos los demás requisitos se les suelen llamar pseudo o proto-carnívoras.


Byblis liniflora
Byblis liniflora

Con esta definición se clasifica como "plantas carnívoras" a más de 700 especies de plantas, pertenecientes a alrededor de 15 géneros exclusivamente "carnívoros". Además hay varias especies que se está estudiando si pertenecen a este selecto grupo. Los principales géneros completamente "carnívoros" son: Aldrovanda, Brocchinnia, Byblis, Cephalotus, Darlingtonia, Dionaea, Drosera, Drosophyllum, Genlisea, Heliamphora, Nepenthes, Philcoxia, Pinguicula, Roridula, Sarracenia, y Utricularia. Entre los que destacan Drosera y Utricularia como los más numerosos, con más de 200 especies cada uno! Por el contrario, hay varios géneros monotípicos, es decir, con una sola especie: Aldrovanda, Cephalotus, Darlingtonia, Dionaea y Drosophyllum.


Flor de Stilidium debile con tricomas.
Flor de Stilidium debile con tricomas.

Menciones especiales: Catopsis berteroniana, que es la única especie dentro de su género en ser considerada carnívora; Triphyophyllum peltatum, que sólo se vuelve carnívora bajo ciertas circunstancias; y el género Stylidium, de las que ya hay estudios que analizan su condición carnívora, pero que aún faltan más pruebas para confirmarlo 100%.





Pero... ¿porqué son carnívoras?

Vamos avanzando bien, pero falta entender algo crucial: las razones de tan interesante adaptación. Con tantas especies, la distribución de plantas carnívoras es muy amplia, abarcando gran parte del mundo y variados ecosistemas, con excepción de las zonas desérticas y los grandes campos de hielo. Pero hay un gran factor común en sus hábitats que ha sido determinante en la evolución de las plantas carnívoras, y es que suelen vivir en lugares donde las condiciones del suelo dificultan o impiden que los nutrientes se asienten en él, los llamados "suelos pobres en nutrientes". Esta condición extrema presenta un grave problema para las plantas "normales", ya que su principal forma de absorber los nutrientes necesarios para su desarrollo es desde el suelo, a través de las raíces. He aquí que la sabia naturaleza hizo lo suyo, y en algún momento de su largo camino evolutivo las plantas carnívoras lograron adaptarse para obtener estos nutrientes ya no desde el suelo si no que de insectos y otros organismos pequeños que caen y mueren en sus hojas/raíces modificadas. Esto les da una ventaja competitiva respecto de otras plantas, las que no pueden crecer adecuadamente en tales condiciones; así que en muchos de sus hábitats naturales suelen verse en grandes poblaciones sin mucha planta grande alrededor que pueda competir por quitarles espacio o luz.

Hábitats y distribución.

Como mencionamos, se pueden encontrar plantas carnívoras por casi todo el mundo, excepto en zonas desérticas y árticas. La gran mayoría vive en ambientes donde el suelo es ácido y muy húmedo, con un constante flujo de agua subterránea, lo que impide que los nutrientes se asienten en él; esto dificulta el crecimiento de plantas "normales" grandes, por lo que suelen ser zonas abiertas, muy iluminadas, en muchos casos con exposición directa al sol.


Venus atrapamoscas creciendo a pleno sol
Venus atrapamoscas creciendo a pleno sol
Drosera en hábitat. ©Michael Richter
Drosera en hábitat. ©Michael Richter

Es así que podemos encontrar numerosas especies de Droseras, Pinguiculas y Utricularias viviendo en humedales de Asia, Europa y las Américas, usualmente asociadas al musgo Sphagnum y turberas; también tenemos a las famosas Venus atrapamoscas y Sarracenias que viven en praderas húmedas y ciénagas pantanosas de E.E.U.U. En los lluviosos bosques californianos encontramos a las Darlingtonia californica. Las famosas Nepenthes viven en los bosques lluviosos tropicales de las islas del sudeste asiático. Algunas crecen en zonas montañosas del mundo, como varias especies de Pinguicula y Nepenthes, y la aptamente llamada Utricularia alpina; otro tipo montañoso son las Heliamphora que podemos encontrar en los tepuy venezolanos (como el de la película Up), conviviendo con varias especies de Drosera. Por cierto, muchas Pinguicula crecen de forma epífita, esto es que usan sus raíces para aferrarse y crecer sobre troncos y rocas, por donde suele escurrir agua regularmente.


Sarracenia flava var. rubricorpora en una pradera del Apalachicola National Forest, en Florida
Sarracenia flava var. rubricorpora en una pradera del Apalachicola National Forest, en Florida

Australia merece especial atención por la gran diversidad de plantas carnívoras que posee, sobre todo en especies del género Drosera. En el cálido sudoeste encontramos el mayor número de especies de Drosera del mundo, incluyendo a casi todas las especies de Droseras pigmeas, y todas las Droseras tuberosas; también por esta zona encontramos a las maravillosas Cephalotus folicularis; todas creciendo en húmedas planicies o praderas, con suelos altamente arenosos. El ambiente de esta zona se caracteriza por veranos muy calurosos e incluso con fuegos naturales, y unos inviernos muy lluviosos. Otra área diversa es el norte de Australia, con veranos lluviosos y cálidos, e inviernos menos lluviosos, pero aún cálidos; acá se da la mayor cantidad de especies del complejo Petiolaris, un sub-grupo de Droseras tropicales, y también la mayoría de las especies de Byblis. En el extremo noreste, podemos encontrar a las Droseras de Queensland, que viven en las zonas sombrías de sus bosques lluviosos tropicales. Y hacia el sudeste encontramos otra zona de planicies arenosas y húmedas, donde habitan especialmente Drosera binata y algunas formas de D. spatulata.


Cephalotus en la costa de Albany, Australia
Cephalotus en la costa de Albany, Australia
Drosera stolonifera en su habitat
Drosera stolonifera en su habitat

Latinoamérica tampoco se queda atrás en diversidad. En México y alrededores tenemos la mayor cantidad de especies de Pinguicula. En Brasil encontramos un centro de diversidad de Droseras, donde destaca D. Magnifica; también hay varias especies de Genlisea; y el género completo de Philcoxia es endémico de este país. Incluso en Chile tenemos algunas especies nativas de Pinguicula y una de Drosera, creciendo en turberas y zonas alpinas y lluviosas del sur y la patagonia.


Drosera uniflora en el sur de Chile
Drosera uniflora en el sur de Chile
Pinguicula elizabethiae en roca.
Pinguicula elizabethiae en roca.

Hay también muchas especies de Drosera nativas de Sudáfrica, como las muy comunes D. Capensis, las D. Aliciae o D. Natalensis, y la espectacular D. Regia; además del género Roridula. Y en Asia hay una buena distribución de Droseras por Japón, China, India y alrededores. También existen plantas carnívoras acuáticas, habitando aguas bajas y estancadas por todo el mundo, con varias especies de Utricularia y el género Aldrovanda.


Drosera capensis, nativa de sudáfrica.  ©2023, Boaz Ng.
Drosera capensis, nativa de sudáfrica. ©2023, Boaz Ng.
Drosera spatulata, en su variedad de Hong Kong. ©2020 Boaz Ng.
Drosera spatulata, en su variedad de Hong Kong. ©2020 Boaz Ng.

Y una mención aparte merece Drosophyllum lusitanicum que es la planta carnívora que crece en el ambiente más árido de todas, en zonas costeras pero secas de Portugal, el sur de España y norte de Marruecos. Crece en roqueríos y planicies de arbustos bajos, expuesta a pleno sol y altas temperaturas, dependiendo de la neblina costera (camanchaca en Chile) para su riego en los secos veranos.


Drosophyllum lusitanicum muy adaptada a su árido ambiente.
Drosophyllum lusitanicum muy adaptada a su árido ambiente.

Tipos de trampas ¿Sabías que hay varios?


Y qué sería de una planta carnívora sin su clásica trampa! Las trampas son, en su mayoría, hojas modificadas que se especializaron en atrapar insectos u otros animales; en algunos casos las trampas son estructuras subterráneas que reemplazan a las raíces. Éstas plantas sacrificaron parte de su capacidad para hacer fotosíntesis para desarrollar hojas que les permitieran atraer, capturar y digerir sus presas. Pero al haber tanta variedad de plantas carnívoras, y estar tan ampliamente distribuidas por el mundo, es normal que hayan desarrollado distintos mecanismos para capturar a sus presas.

Una de las formas más comunes e ilustrativas de clasificarlas es mediante el tipo de trampa que utilizan para cazar, que las divide en 5 grupos. Uno de los más numerosos es el de las trampas pegajosas; le siguen las trampas de jarro; las de naza o trampa de osos; de succión o trampa de langostas; y las de sacacorcho. A continuación veremos brevemente cada categoría: - Trampas pegajosas: Es el método más común de trampas, y funciona como las clásicas trampas para moscas; las hojas de la planta emiten una sustancia pegajosa, similar a gotas de agua o néctar, que es también lo que engaña a los insectos para que se posen sobre ellas. Muchas son trampas pasivas, sin movimiento aparente y algunas, como en varias Droseras, presentan un lento movimiento en sus hojas o tricomas para acomodar a la presa. Los géneros que pertenecen a este grupo son: Byblis, Drosera, Drosophyllum, Philcoxia, Pinguicula, y Roridula. Mención honrosa a Stylidium y Tryphyophyllum peltatum, cuyas partes carnívoras no siempre están presentes.

Detalle Drosera capensis y tricomas llenos de mucílago
Detalle Drosera capensis y tricomas llenos de mucílago
Detalle hojas Roridula con muchos tricomas
Detalle hojas Roridula con muchos tricomas



- Trampas de jarro: El segundo método es el clásico de las Sarracenias. Son plantas de trampas pasivas, ya que no hacen ningún movimiento para atrapar sus presas. Las trampas tienen forma tubular o de jarro, el insecto llega atraído por néctares o por los colores de la planta, y curioso se mete dentro del jarro o tubo, del cual muy difícilmente podrá salir. Todas tienen agua en su interior, en la que la presa se ahogará para luego ser digerida. Además de las Sarracenias, encontramos en este tipo a las Brocchinia, Cephalotus, Darlingtonia, Heliamphora, y Nepenthes. También cae dentro de este tipo la especie Catopsis berteroniana.


Avispa dentro de Sarracenia. ©Pablo Leiva. 2023
Nepenthes y una no tan inusual presa
Nepenthes y una no tan inusual presa

- Trampas de naza (o trampa de osos): Y aquí llegamos finalmente a las Venus! El nombre puede sonar raro, pero son básicamente lo más parecido a una real boca que podemos encontrar en el mundo vegetal, con "dientes" y todo!. Acá sí encontramos movimiento perceptible, y wow, parpadea y te lo pierdes! Las trampas de este tipo se cierran rápidamente al percibir que una presa se ha posado en su interior, apresándola entre sus "dientes". Acá tenemos sólo 2 géneros y especies, Aldrovanda vesiculosa (acuática), y Dionaea muscipula (Venus atrapamoscas, terrestre).


Venus atrapamoscas en acción. © Pablo Leiva, 2023
Aldrovanda vesiculosa, la versión acuática de Dionaea
Aldrovanda vesiculosa, la versión acuática de Dionaea

- Trampas de succión: Ahora dejamos las trampas de hojas modificadas, y la superficie! Ya que acá son las raíces las que desaparecieron dejando en su lugar unos largos y finos estolones que albergan gran cantidad de trampas vesiculosas (utriculos). Estas trampas tienen una complejísima estructura que les permite succionar muy rápidamente a sus pequeñas presas. También son trampas activas, pero acá el movimiento es tan increíblemente rápido que difícilmente puede percibirse a simple vista. El único género que posee este tipo de trampas es también el más extenso, las Utricularia, con más de 200 especies repartidas por todo el mundo. Algunas especies son acuáticas, otras terrestres y otras epífitas (crecen adheridas a troncos o rocas).


Tallo acuático/subterráneo con utriculos
Tallo acuático/subterráneo con utriculos
Detalle vesícula/utriculo de Utricularia
Detalle vesícula/utriculo de Utricularia


- Trampas de sacacorcho (o de langostas): Acá también tenemos 1 sólo género, las Genlisea. Y también corresponden a trampas subterráneas, pero esta vez las raíces dejan lugar a una estructura muy similar a un sacacorcho (helicoidal), pero hueca. Son trampas pasivas en que protozoos y otros microorganismos entran a la trampa, pero debido a su forma no pueden volver a salir; la única dirección es hacia arriba, hacia un pequeño "estómago" que es donde será procesado y digerido.


Estructura general de Genlisea
Estructura general de Genlisea
Detalle trampa de Genlisea
Detalle trampa de Genlisea

Hay muuucho más que podríamos hablar de nuestras queridas plantas carnívoras, pero dejaremos algo para otros artículos. La idea en este caso fue hacer una introducción general que nos permitiera conocer a grandes rasgos los principales aspectos que hacen hoy en día que una planta sea carnívora. Y que nos ayudara también a entender que son muchas las especies y variedades de plantas carnívoras, que evolucionaron distintos mecanismos para capturar a sus presas, todos bastante efectivos por lo demás. Son plantas fascinantes, un claro ejemplo de la adaptabilidad de la naturaleza, que siempre encuentra una forma de salir adelante. Espero que este artículo haya alimentado su interés por las plantas carnívoras y les deseo un feliz cultivo!


D'Amato, P. 2013, The Savage Garden (revised): cultivating carnivorous plants, 2nd Ed.

McPherson, S. 2009. Pitcher plants of the Old World, volume 1.

McPherson, S. et al. 2016. Pinguicula of the Temperate North.

McPherson, S. et al. 2017. Drosera of the World, volume 1.


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